![](https://farm4.staticflickr.com/3850/14605460081_29561ef5cd.jpg)
Luchamos sin alma ni fe, ni siquiera con esperanza de victoria, y es que sólo somos simples juguetes rotos a los que cobardes generales mueven a su antojo sobre mapas reinventados.
Además, hace varios días que la comida escasea y a mi alrededor han empezado a mirar los restos de nuestros camaradas occisos cómo algo parecido a nuestro único sustento.
Sé que casi todos prefieren ser los próximos en caer para no tener que afrontar esa terrible elección. Casi todos, porque yo aún mantengo la confianza en poder clavar mi cuchillo en la garganta de alguno de los que decidieron jugar a la guerra apostando las vidas de otros.
Por eso, mientras espero que el alba traiga un nuevo combate, esta noche seguiré masticando la carne fresca que recogí ayer.