...en tu ausencia he vuelto a encontrar la luz del sol, y en tu rencor, la libertad a la que un día renuncié.
...en la larga espera pude rellenar de palabras aquellos vacíos que me traía la soledad, y he podido escuchar el leve arrullo de la brisa fresca del mar.
Y, por fin, en el dolor de las noches en vela he saboreado el amargo producto de la traición.
He llegado más lejos de lo que
quisieron dejarme, y aún mantengo la sonrisa triste del eterno perdedor.
Me he levantado deprisa de todos los
golpes recibidos, pero aún no he superado el dolor profundo de alguna traición.
Y aunque he recibido algún abrazo
en la distancia, todavía me sangran las heridas de batallas perdidas.
Pero a pesar todo esto, y de que mis
lágrimas hayan regado la tierra por donde caminé, nada ni nadie podrá impedir
que siga avanzando en busca de mi sueño.