miércoles, 9 de diciembre de 2015

El mundo perfecto

...de tierra baldía y de piel derramada...
Esta mañana, en el paseo silencioso hacía la fábrica en la que trabajo, he hallado la epifanía del mundo perfecto.

Un lugar de morbosa anarquía, de revolución perenne, repleto de ciudades de plástico, plata y zinc.

Un orbe habitado por miles de seres porcelánicos, psiquiatras de lenocinio y seductores de carreteras secundarías.

Un planeta narcisista y celoso, de tierra baldía y de piel derramada con alma de Caín.

Un hogar donde poder bailar con tu cadáver y vomitar restos de cualquier civilización.

Y mi sueño inmediato es estar en ese mundo perfecto desde ahora mismo, pero antes, debo hacer desparecer este en el que me encuentro.