lunes, 24 de noviembre de 2014

El beso

En realidad esto del amor no tenía ninguna lógica, y ni siquiera era divertido— recuerdo que pensé el día en el que me dio el primer beso y después se fue a jugar a los indios con sus amigos. 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Las estaciones

Han pasado ya más de tres años desde el día en el que decidió cerrar los ojos para siempre...

Lo hizo porque estaba hastiado de ver crecer espinos secos de las semillas que plantaba cada verano, cansado de observar la densa niebla que ocupaba el horizonte durante la primavera y aburrido de un otoño de colores saturados de hipocresía.

Tres largos años en los que nunca rompió su promesa, hasta esta mañana de invierno, en la que, tras escuchar esa voz infantil que cantaba, sencillamente, abrió los ojos.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Día de trabajo

Empezó a pensar en un nuevo teorema, pero algo le impedía concentrarse.

Volvió a repasar sus notas y sin embargo no llegaba a entenderlas.

Quiso releer su teoría de la relatividad mas no le encontró ningún sentido.

Entonces sonrió y comprendió que, aunque sólo la había visto una vez, jamás podría sacarla de su mente.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Egoísmo

Esta noche ha salido de su garganta un grito desgarrador que anuncia una muerte deseada.

Lo he podido escuchar a través de los gruesos muros de este penal en donde nos encerraron para interrogarnos.

Han sido dos días terribles de torturas y amenazas bajo la promesa de que alguno de los dos pagaríamos por ese delito.

Hemos intentado aguantar todo lo humanamente posible, y casi hemos llegado a confesar, pero he aguantado por ahora y mi amigo desconocía la verdad, que yo era el responsable.

Por ello, mientras oigo como se acercan, he decidido que su óbito lo va a convertir en culpable.

lunes, 10 de noviembre de 2014

La llamada

Pero ya nada sería igual, lo supe desde el momento mismo en el que colgaba el teléfono, después de haber recibido una llamada en la que sólo dijeron que ya me tocaba a mí.

A la mañana siguiente, cuando saliera de casa para ir a trabajar no podría dejar de sobresaltarme ante cualquier ruido o movimiento que antes me pasaba desapercibido.

Desde que he oído ese mensaje, sólo me queda una cosa, esperar el sitio y la hora en que ocurrirá.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Nuestro momento

El muñeco fue el primero en cerrar los ojos y sonreír, después le seguimos los demás.

Lo hicimos tras oír las palabras del maniquí que nos anunciaba que, por fin, había llegado el día en el que las palabras escritas a fuego en libros sagrados empezarían a hacerse realidad.

El cielo, anhelado por algunos, se tornará negro y el aire, que hasta hoy aspirábamos, se volverá denso y maloliente, irrespirable.

Jamás se volverá a beber agua limpia y habrá que conformarse con tragar los líquidos putrefactos que se vayan encontrando por el camino.

Quizás ahora, los humanos piensen que llegó el juicio final, pero lo que habrá llegado es el tiempo de los espantajos.