viernes, 5 de septiembre de 2014

Hacia otro lugar

He dejado escrito en la arena el mensaje que siempre quise gritar cuando me ahogaba el suplicio y la humillación.

Camino desnudo por un bosque inhóspito y agreste donde miles de rumores distintos sacuden mis entrañas.

Saboreo la débil lluvia que va limpiando mi rostro pero que es incapaz de purificar mi negro espíritu.

Busco, en montañas lejanas, el sabio consejo de los eremitas que castigarán mi apoplejía moral.

Pero, sobretodo huyo del personaje hipócrita y cansado que me cargaron a las espaldas el día de difuntos en el que nací.

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