lunes, 20 de octubre de 2014

El paraíso

en el paraíso, aquí me tienes, esperando tu llegada...
Me he marchado, por fin, de la sucia y decadente ciudad donde vivía, para  llegar caminando hasta un edén particular.

Es un lugar que fue borrado de todo mapa y donde se puede encontrar en sus calles a trabajadores de cuello azul que charlan de forma animada con un payaso de fama olvidada, a filósofos desencantados que son incapaces de soltar la botella que les salvó la vida, a religiosos que caminan de espaldas mientras lanzan blasfemias a los dioses que un día les abandonaron y a protagonistas de cuentos azules tumbados en la acera, apurando su último cartucho de heroína.

Una urbe silenciosa donde se pueden oír los gemidos lastimeros de niños que buscan algún sentido a una existencia que no reclamaron al tiempo que cantan tristes melodías escuchadas en oxidados aparatos de radio.

Un cielo particular donde, con hastío, oler la sutil decadencia que desprenden sus callejones de basura acumulada durante años, y el dulce aroma que emana de las flores corrompidas que han sido depositadas, sin orden, sobre las tumbas mal cavadas de antiguos tiranos de cuello blanco.

Es una villa elísea que acoge a cualquiera que sea como tú y como yo, a cualquiera que no encuentra su lugar en ningún sitio o a cualquiera que quiera ser olvidado para siempre.


Yo, ya he llegado a este hogar, y ahora, sereno y sin prisa, te esperaré a ti.

4 comentarios:

  1. Hola Rau, este relato me ha intrigado de pricipio a fin...se me hizo hasta corto.
    Esa forma de describir las situaciones o recuerdos del protagonista me ha cautivado por completo, y no es éste un género que me atraiga pero tu relato lo ha conseguido.

    Felicitaciones.
    Seguiré por aquí para leerte.
    Saludos

    Rosa

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    1. Muchas gracias Rosa, comentarios como el tuyo me motivan mucho para mejorar en la calidad de los relatos y en la realización de nuevas fotografías experimentales. Un saludo

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  2. me gusta mucho, ya eres, eras desheredado, pero libre

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