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martes, 18 de agosto de 2015

Indiferencia

Tan sólo soy una persona que anda tras una soledad fingida, alguien, que busca sentido a las experiencias de odio y desprecio que llevo en mi interior y de las que no me siento en absoluto culpable.

Tu indiferencia y los sonidos de aquel extraño ser al que atropellé, son la única compañía que necesito en el exterior.

Pero, ni el sol de la mañana ni el rumor lejano de un mar embravecido, me animan a escapar de una prisión que he creado para mí.

Y mientras, dejo pasar el tiempo, y murmuro aquel viejo poema que decía:

                           (…)
                        He buscado…
en las palabras de los sabios,
en las grietas de aquel árbol 
y en la sonrisa de un adiós.

                        He hablado…
de la distancia de un abrazo,
del rencor de cien miradas
y del ocaso de una amor.

                           (…)

jueves, 14 de mayo de 2015

Noche en vela

...en tu ausencia he vuelto a encontrar la luz del sol, y en tu rencor, la libertad a la que un día renuncié.

...en la larga espera pude rellenar de palabras aquellos vacíos que me traía la soledad, y he podido escuchar el leve arrullo de la brisa fresca del mar.

Y, por fin, en el dolor de las noches en vela he saboreado el amargo producto de la traición.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Canción de la vida

Me ha tocado jugar a la vida con el traje del eterno perdedor.

Me han llamado del infierno para que me olvide de alguien a quien amé.

Me han arrastrado la cara por una sucia alfombra de clavos y espinas.

Me han enviado a mi casa cien libros escritos con sangre que derramé.

Me han encerrado en mis miedos para que nunca escapara de la soledad.

Y han dejado pasar los años sin que nada cambiara, me señalaron al nacer… y muero sin rencor.

sábado, 10 de enero de 2015

Mi infancia

Los recuerdos que tengo de mi infancia nunca han dejado de ser tenebrosos.

Sigue dentro de mí aquel rincón del patio del colegio desde el que, en absoluta soledad, veía jugar a mis compañeros, tanto, como aquella gélida y lóbrega habitación donde dormía.

Me acuerdo del oxidado juguete que había recogido de la basura y del pan duro que acompañaba la comida que nos iban regalando.

Sigo teniendo presente esos días de frío intenso, en los que las raídas mantas apenas cubrían el cuerpo de mis hermanos pequeños, y no añoro, para nada, aquellos períodos de canícula, en los que trabajaba, bajo un sol abrasador, las tierras de otros por unas lastimeras monedas–.

Al contarle todo esto al doctor, creo que le será más fácil comunicarme que, a partir de ahora y poco a poco, la enfermedad del olvido irá creciendo dentro de mí.

viernes, 12 de diciembre de 2014

La recompensa


Cuando era sólo un niño y me alejaron de mi hogar, me prometieron que si les obedecía y llegaba al final de mi travesía, allí encontraría la recompensa que cualquier persona anhelaba.

Después, sin más muestras de humanidad, me acompañaron al inicio de un sendero desgastado, donde me dieron un viejo mapa borrado y una brújula sin aguja, al tiempo que me llenaban los bolsillos de pesadas piedras que carecían de valor.

Al comenzar a caminar, me gritaron que el trayecto sería siempre llano y uniforme, pero pronto comprendí su falacia, pues desde el principio tuve que ir superando una pendiente continua, que me iba guiando a través de abruptos barrancos y de piedras afiladas.

Ya han pasado muchos años desde ese día, y yo he cumplido con mi deber, pero ellos, desde su lejana hipocresía, me abandonaron a mi suerte en este emplazamiento, y la única compensación que me ha hecho la vida, ha sido ver llegar la muerte, cansado y en plena soledad.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Un amor

Hoy te he mirado a los ojos, y he comprobado con pavor una turbiedad en ellos que oculta tu forma de ser ruin y despreciable. 

He olvidado rápidamente la relación melancólica que nos unía, para salir corriendo sin dirección concreta.

Sólo busco perderme en la distancia necesaria para olvidar cualquier pequeño recuerdo de tu existencia.

que te preguntarás, durante escasos segundos, qué será lo que me ha llevado a emprender esta huida salvaje, pero pronto encontrarás a alguien nuevo a quién oprimir bajo tus despóticas condiciones.

Por fortuna para mí, ya estaré lejos, quizás en soledad para siempre, pero libre, al fin.